belo texto de um jornalista espanhol sobre EUA X AL & Wklk

Por Bernardo Gutierrez 

“¿Toma alguna medicación? ¿En qué circunstancias controla ella mejor el estrés? ¿Cómo le afectan las emociones en su proceso de toma de decisiones y cómo baja la tensión cuando está angustiada?”. Los cables de Wikileaks referentes a Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, son la metáfora perfecta de la decadencia del tío Sam en América Latina. Y la punta del iceberg de una política trasnochada, alienada, que busca fantasmas donde no los hay. Estados Unidos piensa que Cuba, según la filtración, es refugio de terroristas de ETA y de las FARC. Brasil es un país enemigo, por eso todo vale (hasta intentar enemistar al Ministerio de Defensa y el de Asuntos Exteriores). Lo más importante de Bolivia, la sinusitis de Evo Morales(que acaba de desmentir Bolivia).

Estados Unidos sigue en su eje del mal. Anquilosado, perdido. En el eje La Habana- Caracas y esos espías cubanoides que soplan secretos de estado a Hugo Chávez . América Latina camina, crece, coge un nuevo rumbo. Y Estados Unidos, obsesionado con su pasado. Fuera de lugar. Cuando de verdad los cables alertaban de un golpe de estado, cuando un embajador, como Hugo Llorens en Honduras, desvela las estrategias de los golpistas al expulsar a Zelaya, Mr. Libertad, el Tío Sam de la doble moral, calla.

Terrorismo, terrorismo, el mal-contra-el-bien. Y una Dilma Rousseff, actual presidenta de Brasil, acusada de entorpecer una ley antiterrorista propuesta por Estados Unidos. Llama la atención que el mismísimo Barack Obama ordenase buscar a terroristas deAl Qaeda en la Triple Frontera (Paraguay, Argentina, Brasil). Cuesta creer que ése sea el único asunto interesante en la Triple frontera, una esquina clásica de una inmigración libanesa, islámica y trabajadora. Un rincón dónde se trafica con armas, con mercancías, con seres humanos. Un lugar donde las multinacionales y oligarcasmade in Brazil , los brasilguayos, están invadiendo Paraguay a golpe de gatillo.

No hay más que mirar el espejo-cable de Wikileaks para entender la decadencia de Estados Unidos en América Latina.